Nuestra realidad puede ser complicada, diversa o confusa. Analizar sociedades externas, con la visión de nuestros parámetros como punto de referencia o comparación no genera argumentación válida, pues las asimetrías sociales, políticas y económicas son muy amplias, la simpleza de la percepción que se crea a través de nuestra visión, puede ser manipulada directa o indirectamente.
Obviar la realidad política y social del país de procedencia puede generar un choque cultural, su magnitud solo tendrá respuesta en los años aun por vivir, diseñar un dialogo consonó con esta inobservancia nos estaría llevando a la autoflagelación de nuestro propio nivel de análisis crítico, bases necesarias para construir conocimiento individual que despierte la intensión humana de indagar cuestiones que en muchas ocasiones se desvinculan de nuestro agrado.
“Tú Silencio, No Te Salvará”, en este momento no preciso el nombre de la escritora, en una conversación después de la conferencia fue que escuche estas palabras. Pero intentaré elevar el punto de inflexión en base al “silencio”, será el concepto o termino para abordar toda la interpretación. En Latinoamérica y el Caribe la voluntad puede ser expresada por medio de ideas solidarias o impositivas. No entraré en cuestiones de ideología, para no polarizar las ideas y perder el sentido base del planteamiento. No se trata de argumentar entre el bien o el mal, la izquierda o la derecha, se trata de entender nuestro contexto social, político y cultural para generar acciones que rompan nuestro silencio estructural.
Nuestra construcción como pueblo no puede intentar asumir el discurso de la defensa, debe resaltar el ambiente actual y la incidencia que los actores sociales (SUSI-2015) deben poseer para transgredir la estaticidad del orden imperante, dar paso a la nueva interpretación de los elementos que eclosionan los estereotipos y los prejuicios asumidos de forma inconsciente, proyectados desde los litorales (medios de comunicación, prensa etc.) que inciden dentro del mercado de los intereses ideológicos y económicos.
Para que esto se pueda materializar debemos romper el silencio estructural y sistemático que se impone sin nuestra autorización, una cuestión a resaltar ¿Podemos anticiparnos a la consumación de ese proceso? Sí podemos hacerlo entonces estaríamos construyendo pensamiento alterno. De lo contrario estaríamos utilizando los patrones que se han convertido en líneas estratégicas, que bajo cuestiones de “seguridad” u “orden” pueden ocultar la intensión de que nuestro silencio se convierta en norma para nuestras vidas.
Debemos profundizar la crítica social, política y económica, para estar en construcción permanente del país que queremos, como una utopía de vida constante y duradera, misma que debe motivar el altruismo ante las adversidades y los obstáculos.
Te invito a romper el silencio!!!.
Estudiante de Ciencias Políticas
Universidad Autónoma de Santo Domingo
República Dominicana
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