Centralismo o Independencia

 

AvatarPublicado hace 16 días  Alejandro Arturo Paniagua Báez

 

A veces no entendemos la capacidad de los colectivos independientes para gestar grandes logros, la mezquindad personalista y egocéntrica del ser humano conlleva una lucha constante entré individuos. La sociedad de consumo nos alienta a enfrascarnos en debates insípidos y nos desvincula de la capacidad común que nos une.

Somos independientes por la capacidad de personas jóvenes cómo Juan Pablo Duarte que concibieron la grandeza de un pueblo libre e independiente de toda nación, pero más importante, con capacidad de realización individual a través de sus ideas, estas sustentan las transformaciones que amerita la sociedad, incluye elementos emprendedores y creativos que rompen el paradigma tradicional que encadena a la conciencia humana a validar y aceptar lo establecido por lineamientos superiores cómo lo correcto y lo que nos llevará al progreso y desarrollo personal. Lo cual refutó de forma enérgica.

Creemos en una sociedad activa y participativa, que tenga plena capacidad de reconocer el derecho a los demás de participar y representar colectividades, muchas veces marginadas, olvidadas y desamparadas por quiénes tienen que obrar en beneficio de su condición de ser humano ante todo, con posibilidades y derechos consagrados y reconocidos.

El centralismo sólo engendra en sí mismo uno de los males más perniciosos que nos afectan cómo individuo, la unificación de criterios en respuesta a un individuo, en especial acarrea la imposición de criterios y manifiesta de forma cruel, disímil y borras la limitante para que los demás puedan discernir. No es la democracia el respeto a las minorías reconocidas por las mayorías.

Creemos en la capacidad de nuestros jóvenes de articularse en beneficio de sus comunidades, pero ante este planteamiento nos hacemos la interrogante ¿Están ellos interesados en ese noble ideal o están siendo pasivos de las maquiavélicas intensiones de los políticos? Bajo esta incógnita no criminalizamos la política cómo eje del mal, ¡jamás!, la exaltamos cómo la ciencia más noble y pura con capacidad de transformar nuestros problemas en soluciones reales, promueve la esperanza en la contante del cambio y la posibilidad de impactar nuestras vidas.

Sí eres pasivo de la interrogante la respuesta sería: primero reconocer la situación planteada y de esta forma asumir la responsabilidad individual que te caracteriza y segundo representa tú identidad, cuestión innegociable en los seres humanos que se reconocen con capacidad propia e individual para incidir y ser pasivo de cambios.

Convierte tus metas en realizaciones, trabaja siempre en crear tú propio discurso sobre nuestras realidades, se el crítico que plantea sus propias opiniones en el marco del respeto y el compromiso social.

Analiza de forma constante las situaciones que surgen a diario, siempre visualiza la sombra que se esconde a los lejos detrás del sol resplandeciente que obnubila nuestra mirada.

“Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes”. Jorge Bucay (1949-?) Escritor y psicoterapeuta argentino.

Alejandro Arturo Paniagua Báez

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